en felicidad, efímero y evasivo

Estoy a casa solo otra vez.

Una vez más he comenzado otras vacaciones del minusválido establecido a domicilio, con solamente Cocoa como mi compañera constante. Con nada ahogarse fuera del ruido en mi cabeza, no tengo ninguna opción pero hacer frente a mis hipocresías y contradicciones.

La llamo mi tristeza nativa. Alcanzo para los pensamientos que presionan la manera los alcances de un alcohólico para la botella: porque debo, porque apenas necesito uno más fijar cosas, porque soy apenas oh-tan-triste-y-confuso, porque las cosas son difíciles ahora, porque puedo parar en cualquier momento y una no lastimará más, porque no sería yo sin él... porque, porque, porque.

Porque sería algo infeliz.
Porque es triste = profundamente, y familiar.
Porque las tomas felices demasiado trabajo, son corny, y no realista/sensible/significativo de todos modos.

Pienso quizá que la felicidad verdadera es la sensación que una merece ser feliz, aquélla ha hecho el mejor uso posible de sus regalos y circunstancias, los talentos y las oportunidades. Cuando usted ha ganado sus logros, satisfechos su potencial, quizá entonces...

La manera que son las cosas, la manera soy, él nunca va a suceder para mí.

Algo deber entregar.